TORMENTA EN LA "NUBE" DE LA INFORMÁTICA
En los últimos años se ha hablado mucho del cloud computing o informática en la nube, las aplicaciones que se utilizan sin estar instaladas en el ordenador del usuario y cuyos archivos también se almacenan en la red. La mayoría de los servicios en internet, a la vez, solicitan al usuario sus datos personales para acceder a ellos. No todos los internautas saben que su derecho de reclamación en caso de incidencia depende en parte de dónde se encuentran ubicados físicamente los servidores de las empresas que ofrecen el servicio y, por tanto, los datos. Al menos, eso es lo que argumentan algunas empresas.
El robo de los datos a los servidores Sony, que ha afectado a más de cien millones de usuarios en todo el mundo, ha reabierto el debate de las medidas de seguridad que aplican las compañías para salvaguardar la información que le facilitan los usuarios y, en caso de robo, filtración o pérdida, qué derechos y obligaciones entran en juego.
Una vez producido el ataque, el segundo problema es la responsabilidad de la empresa con sus clientes. Sony ha anunciado esta semana que sus jugadores estadounidenses contarán con un seguro de cobertura de hasta un millón de dólores por cliente (698.000 euros) por robo de identidad.
Los grandes de la red no almacenan datos en España, y esto provoca que en ocasiones intenten acogerse a ello para no indemnizar a sus usuarios ante el robo o pérdida de datos. El director de la AEPD, Artemi Rallo, explica con rotundidad que el hecho de haber recabado los datos desde España ya hace aplicable la legislación española. "La empresa argumenta que el ciudadano deberá alegar ante el tribunal de EEUU, y eso es inaceptable; es una negación del derecho. Y en algunos casos hemos tenido que llegar a los tribunales", asegura Rallo.
Rallo explicaba a este diario hace un año que la privacidad se había convertido en "un estorbo" para las grandes compañías de internet. En el caso de Sony le hace reafirmarse y ofrecer un mal pronóstico: "Lamentablemente, la situación no va a mejorar en el futuro a no ser que estas empresas reconduzcan su dinámica". Para él, la única situación es "anteponer la privacidad a otro tipo de consideraciones".
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